Parece ya usual, el ataque de hackers a las grandes empresas, aunque esas acciones no se limitan a los grandes poderíos económicos.

El mundo virtual, está vulnerable desde muchos ángulos, y el comienzo puede no ser espectacular, sino provisto desde un usuario simple, contaminado o usado como puente para llegar a servidores, sin que se perciba siquiera.

Sony es una de las empresas que más ataques ha sufrido, su plataforma de juegos, millonaria para la empresas es un polo de atracción para todo tipo de cyberdelicuente, la infraestructura de datos, códigos de juegos e información de esa compañía, el oro virtual, es blanco de todo tipo de pirateos, espionaje industrial y todo tipo de acciones con costos millonarios para la empresa en pérdidas, en ganancia para el mercado negro de datos, códigos, contratos.

Esa empresa ha declarado pérdidas en más de 100 millones de dólares en robos de secretos y datos.

El último pecado de Sony, que los ciberdelincuente no perdonaron, fue contra la comedia The Interviu, patrocinada por esa compañía, en la que se ridiculiza al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, asunto que algunas hackers no perdonaron y provocaron caos en los sistemas de la compañía.

La situación ha provocado un estado de paranoia generalizada respecto al poder de la “inteligencia” en el uso de tecnología. La amenaza, que parece orientada a perjudicar económicamente a una empresa, bien puede convertirse en otras motivaciones.

Las recientes noticias sobre atentados a sitios, revistas, grupos o lo que sea que agrede con situaciones sagradas para otros, ha puesto en alerta al mundo.

El asunto Sony, desembocó en una acusación directa a los Estados Unidos, y provocó la dimisión de la copresidenta de Sony, Amy Pascal; el presidente Obama emitió señales de represalias contra Corea del Norte, lo que coloca la discusión en una esfera diferente.

La posible guerra informática, está en el imaginario desde que se empezaron a producir en cine, sin embargo es una realidad bastante más cruda, las consecuencias económicas son directas, y por lo tanto un ataque a la sociedad que depende de ellos.

Las nuevas amenazas cibernéticas son muchos más letales que el simplemente atacar una computadora, o invadir un servidor, se está usando para generar una guerra cuyas consecuencias serían más graves y de mayor alcance que las que nos precedieron.

El campo de la seguridad informática, está tratando de llevar la delantera, pero sin duda se está ante las puertas de una nueva forma de amenaza que se combatirá con armas de fuego, sino en formatos de bits.